miércoles, 17 de enero de 2024

Eres Bonita - Anys Felici

Buenos días #klingonesas y #klingoneses,

vamos hoy con una historia corta en la que una mujer se enfrenta al rechazo de su marido por haber cogido unos kilos de más.

Eres Bonita - Anys Felici

Sinopsis


Alguien sintetizaría esta novela corta o relato largo, depende de cómo se mire, de una forma tan sencilla como: Vivir pendiente del veredicto de una báscula. Es la idea tenaz que la escritora nos trasmite a lo largo de sus cincuenta y nueve páginas, pero con ello nos hace ver el calvario que vive esta mujer para conseguir recuperar su figura tras dar a luz a su primer hijo. Se obsesionará con su talla por el simple afán de complacer a su esposo, Demir, que desea llevar colgado del brazo a una esposa que todo hombre envidie. Por lo tanto detrás de esa primera idea tenemos otra. «Estás gorda» es el mensaje que le llega en cada comparación, reproche o en forma de regalo. Nuestra protagonista no tiene un problema de sobrepeso, ni está disgustada con su cuerpo, frente al espejo se ve una mujer con bonitas curvas. Existe la falsa creencia que solo duele la agresión física, pero hay expertos en dañar sin levantar una mano, aquellos que diariamente con sus comentarios minan la autoestima de las personas, porque «No hace daño el que quiere, sino el que puede». Demir tiene todo el poder que le da el amor de su esposa, que confía en él. Él actúa poseído por la verdad, la suya, los demás viven equivocados. Ella asumirá su papel de mujer obesa, emprenderá una rutina que llevará hasta el límite, poniendo en riesgo su propia vida por complacer a alguien que olvidó que «El amor es la condición en que la felicidad de otra persona es esencial para la tuya propia». Robert A. Heinlein.





Opinión
 
  Demir y su esposa se conocen de jóvenes, de hecho ella estaba todavía estudiando en la universidad y era delgada y bonita. Demir no dejaba de recordarle lo bonita que era a cada momento.
 
 Han pasado unos años y han tenido un hijo. La protagonista nos cuenta en primera persona que su cuerpo ha cambiado, se ha resentido con el tiempo y la maternidad y las huellas que ha dejado el embarazo en ella no desaparecen. Los kilos de más se han acomodado en su cuerpo y no la abandonan, dando como resultado el haber aumentado unas tallas.

 La realidad de esta mujer es la de muchas otras: tras dar a luz te encuentras con un cuerpo que no reconoces como el tuyo debido a todos los cambios por los que ha pasado, pero que es posible devolver al estado anterior en mayor o menor medida -salvo que medie algún problema de por medio-. 
 
 Sin embargo, donde muchas otras madres recientes encuentran apoyo, comprensión o "indiferencia" entendida esta última como: no es necesario que te mates a hacer dieta o ejercicio, estás bien tal y como estás, ella se encuentra con el recordatorio constante por parte de su marido de que ya no es como antes.

 Constantemente le recuerda que no pesa lo mismo que antes de casarse, que no usa la misma talla, que no está cómodo con ella cuando salen, le dice lo mal que le queda la ropa, le ordena cambiársela, controla lo que come, cuanto y su frecuencia y, además, le hace regalos horribles cuando es su aniversario o llega el cumpleaños: una báscula, una cinta para correr, una suscripción a un gimnasio,...


 Demir me ha caído como una patada en las tripas, como podrás imaginar. No valora absolutamente nada de su esposa, pero nada de nada: trabaja fuera de casa, logrando ascender y adquirir más responsabilidad, realiza las tareas del hogar, se encarga del pequeño e incluso saca tiempo para ir al gimnasio para complacer a su esposo.

 A cambio, él le controla el peso todos los días y le reniega porque no estaba en casa a tiempo para preparar la cena, lavar los platos, dar de comer al pequeño, bañarlo y acostarlo. En definitiva, es un señor que no entiende que estar en más de un sitio a la vez al mismo tiempo desafía las leyes de la física actuales y, por más que su esposa le explica que no puede estar en el gimnasio y dando la cena al pequeño a la vez, no lo entiende y se queja.

 La única solución que encuentra, por tanto, es dejar prácticamente de comer. Entonces se aprecian los resultados, pero su salud se resiente, como es normal: una pérdida de peso saludable a costa de la masa grasas no se da de un día para otro sino que requiere tiempo y esfuerzo y el amigo Demir exigía resultados a diario.

 La escritora nos detalla como es el infierno que vive la protagonista tanto consigo misma como con su marido sin muchos adornos ni zarandajas: va al grano con los diálogos y las escasas descripciones, pero son más que suficientes para que nos hagamos una idea de todo por lo que va pasando. 

 No es un libro amable, es la lucha encarnizada de una mujer que no sabe porqué de repente su marido ya no la quiere ni la valora por más que haga y se sacrifique mientras que él es incapaz de dar la cena al niño antes de acostarlo. Pero lo quiere, está enamorada de él y hace todo lo posible por complacerlo aunque se le vaya la salud y la vida en ello, no es capaz de ver más allá de los kilos de más y de la opinión de su marido, luchando de manera constante consigo misma.

 También creo que es una lectura necesaria, ya que la persona que de verdad nos quiera y quiera estar con nosotras, no nos va a exigir imposibles ni un esfuerzo sobrehumano. Si alguien de nuestro alrededor decide llevar a cabo algún tipo de cambio para verse mejor, es problema sólo suyo; si no quiere, también es problema sólo suyo. Los cuerpos no necesitan opiniones ni críticas ajenas, sobre todo porque no sabemos por lo que está pasando la otra persona.

 ¿Recomendado? Si. Compra el libro AQUI. Lee la otra reseña que tengo de la escritora en el blog y que las buenas lecturas os acompañen y estén siempre de vuestra parte.

¿Qué opinas? ¿te ha gustado la reseña? ¿leerías el libro? Por favor, deja tu respuesta en un comentario. Gracias!

 "Nunca eres demasiado viejo para tener otra meta u otro sueño." - C.S Lewis.


fuente-de-el-mandaloriano

4 comentarios:

  1. No me termina de llamar, lo voy a dejar pasar.

    Saludos

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  2. No me atrae nada esta vez. Lo dejo pasar.

    Un besote.

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  3. No me llama en esta ocasión pero gracias por la reseña y dármelo a conocer.
    Besotes!!!

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  4. Muy buenass, feliz año!!
    Por desgracia existen personas así, la que está ciega por amor y el que no valora nada. No me atrae, pero gracias por la recomendación.

    Un beso ;)

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