Iqbal Masih. Lágrimas, Sorpresas y Coraje - Miguel Griot

Buenos días,

el libro de hoy tiene un protagonista muy especial: Iqbal Masih, un muchacho que supo enfrentarse a su destino y nos dejó una lección de fuerza y valentía a todos.

Iqbal Masih. Lágrimas, Sorpresas y Coraje - Miguel Griot

Sinopsis

En 1995, Iqbal Masih, se convirtió en mártir por la lucha contra la esclavitud infantil al ser asesinado en Lahore, su localidad natal. Iqbal denunció su situación ante la opinión pública para concienciar al mundo de una injusticia que afecta a millones de menores en el mundo. A partir de la recreación de los testimonios de los que lo conocieron, lo escucharon o lo odiaron, asistimos a la descripción de un personaje cuya labor ha sido imprescindible en la búsqueda de un mundo mejor.

Opinión

  Hoy os traigo la vida de Iqbal Masih, un niño que nació en Lahore, Pakistán y cuyo destino era ser esclavo pero que terminó revelándose y marcando un antes y un después.

 El libro se encuentra narrado en forma de capítulos breves desde diferentes puntos de vista y cada capítulo se corresponde con alguien cercano a la vida de Iqbal: madre, primos, compañeros de trabajo, explotadores, personal de la BFLL, gente de todo el mundo, en general, que lo conoció y aporta una visión diferente de Iqbal.

 Sabremos como era de travieso, los escasos momentos que tenía de diversión, su trabajo en la fábrica, lo molesto que era para algunas personas, como fue cambiando su vida pero sin olvidar sus raices y la fuerza que lo acompañó desde que nació y lo empujó a cambiar su destino.

 Comenzamos la historia justo cuando Inyat, madre de Iqbal, está a punto de darlo a luz. A partir de ahí, la vida y el destino del niño están más o menos trazados: hijo de una familia pobre que no lo puede mantener así que tiene que empezar a trabajar en una de las fábricas que hay en su ciudad para pagar su manutención y la boda de su hermano después.

 Los dueños de las fábricas: alfombras, ladrillos, material quirúrgico,... funcionaban a través del sistema del paishgee que consistía en hacerles préstamos a las familias a cambio de la fuerza de trabajo de uno de sus hijos, lo que significaba condenar a trabajos eternos durante años a los pequeños porque tanto las cantidades como los intereses tardaban bastantes años en ser liquidados.

 Iqbal se las arregla para llamar la atención de todo el mundo desde bien pequeño: se mete en más lios de lo normal, desafía a sus patronos e incluso llega a buscarse un patrono nuevo al no soportar los malos tratos del anterior. Llega a intentar denunciar la situación que viven tanto él como sus compañeros ante las autoridades que lo único a lo que se limitan es a llevarlo de vuelta a la fábrica.

 Llegó a llamar la atención de la BFLL, una asociación que se dedicaba a luchar contra la esclavitud infantil y liberaba, en la medida de lo posible, a los niños esclavizados procurando darles una educación e hicieron lo propio con Iqbal. Pero el niño era diferente a todos los que habían pasado por las escuelas de la BFLL y llegó a hacerse con una cámara para grabar un reportaje sobre lo que ocurría en esas fábricas.

 Se convirtió en una pequeña celebridad que recibían con flores y honores debido a la labor que hacía señalando los trabajos forzados y el incumplimiento flagrante de las leyes a ese respecto, hablando con la gente y ofreciéndoles otras salidas diferentes al paishgee, en definitiva, haciendo mucho ruido y moviendo las aguas. Pero todo héroe necesita un enemigo: Belerofonte necesita a su Quimera y los fabricantes de alfombras, de repente, se alzaron como adalides y defensores de un sistema que les reportaba muchos beneficios, ayudaba a las familias y ahora se veía amenazado por un crío con la cabeza llena de pájaros.

 Porque esa es la otra cara de la historia: la cantidad de dinero que se mueve a costa de los niños esclavos, los dueños de las fábricas que ven peligrar su estilo de vida tan sencillo, cómodo y predecible: familias pobres que ofrecen a sus hijos a cambio de dinero. Una fuerza de trabajo a un coste irrisorio que producía enormes beneficios. 

 Estos dueños tienen una forma peculiar de justificar lo que hacen: gracias a su bondad y generosidad, las familias tenían para comer. Ellos garantizaban trabajo y comida a cambio de nada -lo de trabajar hasta morir extenuados, los accidentes que mutilan a los niños o simplemente los interminables días y años en la misma postura haciendo lo mismo no existen en sus cabezas- e Iqbal amenazaba toda esa felicidad que ellos proporcionaban por la mera grandeza de su corazón.

 No es una historia feliz ni tiene un final feliz. Iqbal Masih fue asesinado el 16 de abril de 1995 por todo lo que hizo para mejorar su situación y la de millones de niños pero algo ha quedado, algo ha cambiado y su legado dura hasta hoy día. Desde su fallecimiento hasta ahora se han escrito libros, instaurado el Día contra la Esclavitud Infantil y se han establecido premios y reconocimientos a las luchas para erradicar el trabajo infantil. 

 Es un libro de fácil lectura, ameno, que cuenta una historia terrible y maravillosa a partes iguales con sencillez, llegando al corazón del lector. No sabemos muchas veces la suerte que tenemos por haber nacido en un lugar o en otro; eso es algo que no se elige y no sabemos valorar. El libro nos muestra de manera clara las diferencias abismales que hay entre los niños y niñas nacidos en diferentes lugares, las oportunidades de unos frente a la mísera vida decidida desde antes de nacer de otros. Quizá deberíamos sacudirnos el egoismo con el que muchas veces nos cubrimos y nos dedicamos a mirarnos el ombligo y darnos cuenta de lo que ocurre más allá.

 Por cierto que esto me lo he encontrado por aquí. La segunda foto está un poco fatal pero la cámara del móvil no da para más 😢😢😢

  Lee otras reseñas que tengo en el blog del escritor:

• Diarios de Tony Lynx
• El Plan A

  ¿Recomendado? Si, sin duda. Compra el libro AQUI.

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  "Nada grandioso pasa por pensar en pequeño." - Bryant McGill.