Pastores del Mal - Félix García Hernán

Buenos días klingonenses,

vuelvo hoy a traeros una reseña de #soyyincanera, en este caso el libro trata de un tema delicado y repugnante a la vez: la pederastia.

Pastores del Mal - Félix García Hernán

Sinopsis

Cuando el padre Damián Isún cambió de postura para acomodarse en su cama, el corazón le dio un vuelco al palpar, bajo la colcha, el cuerpo desnudo y sin vida de uno de sus pupilos. ¿Cómo había llegado allí? El pánico se apoderó de él y acudió a su antiguo discípulo, mosén Estanis, en busca de ayuda y refugio. El mosén no dudó en contactar con el comisario Javier Gallardo, que aunque se había retirado hacía poco del servicio, nunca podría olvidar que le debía su vida al religioso. Así, junto al ahora inspector jefe Raúl Olaya, Gallardo intentará demostrar la inocencia del padre Damián. Juntos descubrirán una poderosa organización internacional cuya voracidad desmedida destroza y utiliza a cientos de niños y entre cuyos dirigentes se hallan destacados miembros de la banca, la política, las finanzas o la Iglesia. Con una prosa arrolladora, directa y sin artificios, pero absolutamente adictiva, Félix García Hernán maneja, con la precisión de un relojero, o mejor, de un cirujano, una trama que nos llevará, sin un respiro, de Barcelona a Roma, Nueva York, París o Wisconsin, y lo confirma como un narrador especialmente dotado para novelas donde lo social y la denuncia conviven con la acción más vertiginosa.

Opinión

 El cadáver del pequeño Oriol aparece en la cama del padre Damián sin que este tenga forma alguna de saber cómo ha llegado hasta allí ni lo que le ha sucedido al crío para que termine en esa situación. El shock es demasiado para él, que no sabe como reaccionar y va en busca de mosén Estanis, un antiguo discípulo que goza de su total confianza.

  Estanis arroja un poco de lucidez y claridad a la embotada mente de Damián para que tome el camino correcto y apechugue -o no- con las consecuencias de lo sucedido. Con su bendita lógica cree que si el padre Damián no ha hecho nada -pondría la mano en el fuego por él-, la verdad saldrá a la luz y no lo acusarán de asesinato; por el contrario, si ha sido él quien ha llevado a cabo el horrendo crimen, deberá pagar tanto en vida como tras su muerte.

 Javier Gallardo le debe un favor a mosén Estanis, uno bastante grande y ha llegado el momento de lo pague con creces. Junto al inspector Raúl Olaya comenzará una investigación que habrá de llevarles ante el asesino del pequeño Oriol. Lo que no tienen forma de saber es todo lo que se les viene encima ni terminan de tener claro el papel del padre Damián en todo ese embrollo, un hombre que, a priori parece en estado de shock, pero que a lo mejor también tiene mucho que esconder.

Comienza así una historia en la que los narradores se van alternando, siendo estos de lo más variopinto y de todo tipo de pelaje: desde familias pobres y analfabetas cuya vulnerabilidad es explotada sin ningún tipo de miramiento hasta gente de la alta sociedad que frecuenta los círculos sociales más exclusivos.

 Los capítulos están contados desde diferentes puntos de vista, dando como resultado que haya bastante acción en algunos momentos: los investigadores y los criminales cercándose mutuamente, una pista errónea que se sigue, un cabo del que se tira que está suelto, algo decisivo que se escapa, una imprudencia a destiempo... Y se alternan con otro tipo de capítulos algo más lentos y reflexivos que permiten que conozcamos mejro de qué madera están hechos los que nos van contando la historia.. Vas a ir un paso por delante de todos, enfadándote un montón porque ves cómo la impunidad está a la orden del día y la justicia está al servicio de quien tiene más dinero, no del que más tropelías ha cometido.

 El tono de la narración es duro, cruel e inmisericorde; sin embargo, creo que es necesario que resulte así precisamente por el tema del que se está tratando: nada más y nada menos que una red de abusos a menores en los que estos, como bellos juguetes rotos y sin alma, se encuentran total y absolutamente desprotegidos y son utilizados para satisfacer las perversas y depravadas fantasías de los poderosos, por un lado, y para dar vía libre a los aires de grandeza de quienes deberían cuidar de ellos por otro.

 Habrá momentos que te partirán el corazón, otros en los que sentirás una lástima y una pena infinitas pero, sobre todo, la rabia y el asco te van a acompañar a lo largo de la lectura. Esos sentimientos se producen al ser consciente de que lo que se cuenta bien podría ser verdad, estar ocurriendo al lado de casa y no estar dándote cuenta. La sonrisa de autocomplacencia y de estar encantados de haberse conocido, la sensación de saberse por encima del bien y del mal, la convicción de que, suceda lo que suceda, no va a ocurrir nada no son pasajes sencillos de leer ni de digerir, pero ahí están, esperando al lector para apuñalar su conciencia. 

 Dosifica tu repulsión, no serán solo estos personajes endiosados los que la provoquen. La oferta y la demanda son dos caras de la misma moneda: sin la una no existiría la otra y para que haya una buena red, tiene que haber quien la sustente y aquí salen a relucir las familias a las que les ha tocado en suerte un bello ángel con el que hacer negocio. Al principio, se podría pensar que muchos padres pecan de inocentes, pero vas a tardar muy poco en quitarte esa sensación de la cabeza y en ponerlos en la misma categoría que los que les alguilan a los niños y niñas.

 Nos encontraremos con gente que merecería estar colgada por los genitales en un árbol, ahí, bien alto, dándoles el sol y a la merced de los carroñeros, pero también habrá personas que harán que recobremos nuestra fe en la humanidad, ya que moverán cielo y tierra por cumplir con un deber autoimpuesto que no es otro que hacer justicia y llegar al fondo del asunto. Javier Gallardo está jubilado, bien podría haber rechazado la empresa que le propone mosén Estanis y dedicarse en cuerpo y alma a no hacer nada, que se lo ha ganado. Raúl Olaya, por el contrario, sigue en activo, pero lleva a cabo algún que otro movimiento que le podría costar bastante caro.

 Un libro, por tanto, en el que la buena ambientación nos lleva de viaje a diferentes lugares y va saltando de un capítulo a otro a la ubicación que se requiere: pasamos por la claustrofobia, viajamos al otro lado del mundo o nos quedamos por aquí a la espera de algún descubrimiento. También hay que destacar el retrato de los diferentes personajes que va pintando el escritor: falta de escrúpulos, miserias, cobardía,... con el trasfondo de una investigación en la que los malos parecen reirse en la cara de los buenos.

 Para terminar, te dejo con un videoclip que le viene al pelo al libro: igual de crudo y despiadado, los señores con sotana se lo pasan a Dios rezando y con el mazo dando... Se trata de la canción Hallelujah del grupo Rammstein que ya tiene unos años. Lo vuelvo a advertir, no es nada agradable.

 Este libro participa en la iniciativa #yincanacriminal en la categoría Todo es posible en América: La corrupción es el tema dominante.

 

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  "Nunca des explicaciones; tus amigos no lo necesitan y tus enemigos no te creerán de todas formas." - Elbert Hubbard.