Sinopsis: Han pasado varios años desde el caso del asesino en serie que trastocó para siempre su vida, y el comandante Verhoeven aún no se ha repuesto del todo cuando un nuevo desafio vuelve a implicarlo personal y profesionalmente. Ales, una mujer de 30 años, ha desaparecido. No es una mujer cualquiera y Verhoeven. sin sospechosos ni pistas, debe adentrarse en la investigación de su personalidad para poder encontrarla mientras ella agoniza en un almacén abandonado. Cada minuto que pasa puede ser el último y el no se lo perdonaría nunca.
Opinión: Segundo libro, continuación de
Irène, que nos vuelve a sumergir en el mismo ambiente agobiante del primero y en el que el inspector Verhoeven se enfrenta de nuevo a un caso en el que el tiempo corre en su contra.
En este segundo misterio, seguimos a Alex a través de su secuestro, por parte de un hombre que no conoce de nada, tras una brutal paliza y que la deja abandonada en una jaula con la única compañía de unas ratas hambrientas. ¿Quién es este hombre? ¿tiene algo que ver con ella, se ha equivocado de víctima o es simplemente un pasatiempo? El inspector Verhoeven se encuentra perdido ante este desafio, con pocas o ninguna pista que seguir. A lo largo del libro se va desentrañando este aparente sinsentido en capítulos que alternan las vivencias de Alex y la investigación, por lo que resulta aún más entretenido y ameno de leer y se hace mas difícil dejarlo a medias.
A pesar de que la investigación policial se me hizo un poco pesada, el libro es de los que te dejan pegados a la silla del principio hasta el final. Un final sorprendente e inesperado, he de decir, no apto para gente sensible, al igual que no lo son algunas de las descripciones del libro. Sin duda, este también lo recomiendo.
¡Ojo! en este libro se destripa entero el de
Irène, así que si teneis pensado leerlos, no hagais como yo y leed primero el otro.
"Te mueres en medio de la vida, en mitad de una frase" - Bajo la misma Estrella.